Todo el desembarco de la aerolínea es irregular. Desde su conformación como empresa con un casi nulo capital; sus vínculos con el gobierno nacional, los privilegios otorgados para que operen en una base militar que buscan convertir en aeropuerto y la medida cautelar presentada por los vecinos, a la que la justicia dio lugar y ordenó suspender las obras, pero a la que la empresa y el gobierno nacional hacen oídos sordos, es un cóctel explosivo que se agigantó ahora con la noticia de un desperfecto en el vuelo de bautismo que Flybondi intentó realizar en Córdoba con el por ahora único avión que posee.
Los motivos por los que los vecinos se oponen, y para lo cual ya existe en la justicia una causa donde se exponen los puntos con lujo de detalle, es básicamente por la ausencia de un estudio de impacto ambiental; las irregularidades en la concesión del espacio a una aerolínea vinculada con funcionarios nacionales que presume connivencia y además, el atropello que significa la destrucción de espacios que debían ser protegidos en el marco de las causas de lesa humanidad que determinaron que ese sitio es protegido dado que fue significativa su participación durante la última dictadura cívico-militar.
Pero nada de esto pareciera ser suficiente. El gobierno ya colgó carteles color amarillo (curiosa elección de color para el cartel vial que coincide casualmente con el de la aerolínea Flybondi) en autopistas y calles indicando el modo de llegar a la Base Aérea del Palomar a la que ya consideran "Aeropuerto" gracias el decreto firmado por el propio Mauricio Macri.
Aunque la jueza que entiende en la causa, Martina Forns, ordenó detener el avance de las obras tras una inspección ocular en la que se constató que en el ingreso a la base se está construyendo un galpón; que se destruyeron pruebas relacionadas a "los vuelos de la muerte" y además, la presencia de dos polvorines cercanos a la pista. Sin embargo, las obras continúan incluso durante los días de fin de semana por lo que en el día de ayer Nora Cortiñas, titular de Madres de Plaza de Mayo, Linea Fundadora e Iris de Avellaneda, como co-presidenta de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (cuyo hijo, "El Negrito" Floreal fue asesinado en uno de los vuelos de la muerte que salían de la Base Aérea del Palomar), se presentaron en la causa en apoyo del amparo que promovido por los vecinos y solicitaron que se haga lugar a un pedido de ampliación de la medida cautelar ordenando la clausura de las obras que consideran ilegales, dado que están destruyendo un sitio de la memoria.
Pero si algo preocupa además a los vecinos, es la seguridad de sus barrios en caso en que esa Base se convirtiera en Aeropuerto. A prima face, no aparecen las medidas de seguridad lógicas para la implantación de un aeropuerto comercial en esa zona donde a su alrededor se han construido miles de casas a lo largo de los años y que tiene incluso, un colegio en línea recta en cada extremo de la pista a no más de 500 metros cada uno de las sendas cabeceras, por lo que un aterrizaje o despegue previsto con una frecuencia de media hora en principio, pasará a escasos metros de los techos de las instituciones escolares.
La frutilla del postre fue el vuelo promocional del único avión que la empresa tiene por el momento y que despegó ayer desde Córdoba pero tuvo que aterrizar de emergencia a los 10 minutos de estar en el aire.
Si algo caracteriza a las Low Cost, además del bajo precio de sus pasajes, es la alta tasa de accidentes que tienen. Quizá el caso más conocido fue el de la aeronave que transportaba al plantel de fútbol del Chapecoense con 68 pasajeros y 9 miembros de la tripulación, que se estrelló el 28 de noviembre de 2016. Una aerolínea que nunca debió ser habilitada, una aeronave que nunca debió decolar, un piloto que jamás debió volar y 71 almas cuyos familiares no dejan de llorar. Esto dejó el trágico vuelo 2933 de LaMia que cayó en las cercanías de Medellín con todo el plantel del Club Chapecoense, que debía disputar la primera final de la Copa Sudamericana con el Atlético, más directivos, periodistas y tripulación.
Las low cost baten récords de peligrosidad, y Flybondi tuvo su primer susto grave en Córdoba. Durante un vuelo promocional (el FO2710Q) en el que llevaban empleados y familiares de la compañía para sobrevolar la ciudad de Córdoba, se produjo una falla en los motores y la nave tuvo que aterrizar de emergencia, a los diez minutos de haber despegado.
Como se trataba de un vuelo promocional, estaba previsto que durara entre 30 y 40 minutos, para que los cordobeses divisaran la nave en su trayecto. Duró solamente diez. Según trascendió, hubo una falla en los frenos antes de partir, que fue reparada, pero se produjo una segunda falla en pleno vuelo, en la zona de los motores, que forzó al capitán a aterrizar.
Los especialistas aeronáuticos distinguen entre el "vuelo de prueba" y el "vuelo promocional". Se hacen "pruebas" solamente cuando hay una falla que no puede identificarse con el avión en tierra. Además, se publicaron en Twitter tomas aéreas desde el avión, que prueba que se trató de un vuelo promocional.
Este episodio parece confirmar las dudas que pesan sobre la capacidad de Flybondi para operar vuelos comerciales en el país.
Recordamos el informe de Buenso Aires 2punto0 sobre la conformación irregular de la empresa: https://youtu.be/K_XqsQtQhLQ
Foto: El Disenso
Regresar
